domingo, 23 de janeiro de 2011

CUAL ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA MI VIDA?

La voluntad de Dios ES que yo abandone  las cosas de niño en esta vida

 Es muy obvio: la voluntad de Dios ES de Dios.
 ¡Sí!  La voluntad de Dios  es de Dios; y de ninguna otra persona
 Jesús dijo que comía la voluntad del padre, que se alimentaba de ella
 Pero,  si yo tengo muchas voluntades y si las practico  de modo personal e incompartible, ¿qué no decir de la voluntad de Dios?
 “Quien conoció la mente del señor
Más Allá de eso, lo que me separa de Dios en todos los sentidos posibles es infinitamente más de lo que lo separa de un organismo mono celular
 Así, Dios se revela a las amebas de acuerdo a lo que las amebas pueden procesar
 Ahora, lo mismo Dios hace con los hombres.
El problema es el impulso de ambición desmedida del ser humano. ¡Si! El hombre cree que es “capaz de Dios” y, sobretodo, de decir a los otros humanos cual es la voluntad de Dios para los demás.
 La voluntad de Dios es una sola: ¡que nos amemos unos a los otros!
Dios no tiene planes profesionales para nadie. Ni de cualquier otra naturaleza o índole. El plano de Dios, sin importar donde yo esté, es que yo ame y practique el amor. ¡Lo demás es insignificante!
Es lo que Pablo dice cuando afirma: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”. Mejor dicho: nada será la voluntad de Dios.
Pablo nunca discutió nada de eso. Sabía hacer tiendas. Solo que era llamado para predicar. Por eso, teniendo dinero para dedicarse solo a la predicación, así lo hacía. Pero si no lo tenía, entonces, construía tiendas, y predicaba cuando era posible.
Mejor dicho:
Pablo trataba todo con sencillez, pues, la voluntad de Dios era amor, y, amor, cabe en cualquier taller de tiendas.
Las personas preguntan, refiriéndose a los detalles de la vida, como que si yo o cualquier otro ser ameba - humano pudiésemos responder: ¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida?
Fíjense, yo puedo responder, solo que la respuesta que tengo que dar no satisface a las personas que quieren saber la voluntad de Dios como un guía afectivo y profesional de las jornadas en la tierra.
Entonces, no sé… al final, en esas cosas, a semejanza de Pablo, apenas utilizo la sensatez para decidir y nunca lo hago como quien consulta un “guía de la caminada”, sino apenas como una decisión del hoy, de la circunstancia del existir; y esto, siempre, apenas conforme el espíritu del evangelio, que es amor.
La voluntad de Dios son sus mandamientos, a pesar de que Jesús nos haya dicho que hasta los mandamientos, sin no son vividos en amor, son desagradables a Dios; pues, sin amor, todo mandamiento no pasa de ser presunción y arrogancia.
¡La voluntad de Dios es amor, alegría, paz, bondad, longanimidad, mansedumbre y dominio propio!
Si usted hace eso como recogedor de basura, operando en la más rica clínica de neurocirugía, o si lo hace predicando como un enseñador de la Palabra, no importa; pues, la única cosa que importa para Dios es si usted vive o no el amor como mandamiento de su ser.
¿Qué Dios quiere de mí? ¿Dónde quiere que yo trabaje? ¿Con quién quiere que yo me case?
Vean, ¡Jesús no responde tales preguntas a nadie!
Cuando Pedro quiso saber…Jesús apenas le dijo: “¿Qué te importa?” Tu ven y sígueme”.
Cuanto más la persona se dispone a caminar en amor y fe, sin buscar nada mas, tanto más encontrará una sintonía fina con Dios y con la vida, y, así, sin que ella sienta, ira siendo colocada en el cauce del rio de su propia vida.
Es claro que Dios tiene la voluntad que dice “no”. Pero esa es la no – voluntad de Dios. Es lo que Dios no quiere, pues, es lo que Dios no es.
Dios no es mentira, ni engaño, ni odio, ni codicia, ni traición, ni  injusticia, ni maldad, ni indiferencia, ni descreencia, ni altivez, ni orgullo, ni arrogancia, ni vanidad, ni miedo y ni frialdad de ser. 
 Así, a tales cosas Dios dice “no”, pero no como quien dice  Su voluntad, sino apenas aquello que no es voluntad de él.
Por lo tanto, la voluntad de Dios no es “no”, sino “si”, a pesar   que la mayoría apenas piense en la voluntad de Dios como negación.
 Mejor dicho:
Para tales personas Dios es aquel que dice “NO”.
Todavía la proporción, continúa idéntica a la que fue establecida en Edén. Se puede comer de todo, y apenas se dice no a una cosa: inventar nuestra voluntad contra esa única cosa a la cual Dios dice “no”.
 Todos los árboles del jardín son comestibles, pero, continuamos discutiendo el único árbol prohibido, grande es nuestra sujeción a la trasgresión como obsesión en la vida
Sin embargo, la voluntad de Dios es si, y, para aquellos que desean hacer la voluntad de Dios, y no apenas discutirla, Dios revela su voluntad como  fe en amor, y, nos dice que si así vivimos probaremos todo lo que es bueno, perfecto y agradable, no porque la vida deje de ser sufrida, sino apenas porque el salario del amor trasciende a todo dolor.
 La voluntad de Dios es que yo desista de las cosas de niño en esta vida y abrace  las cosas de un hombre según Dios.
Ahora, si usted va cambiar de casa, de carro, de mujer, de empleo, de ciudad, de país, de nombre – sinceramente, es mejor consultar un brujo, una hechicera o un profeta que acepte un pago para contar tal historieta.
 Usted le pregunta a Jesús:
Señor, ¿Cuál es tu voluntad para mi vida?
Jesús responde:
Es la misma para todos los hombres. ¡así es! que usted ame y practique el amor, pues, sin amor, nada será la voluntad de Dios para ti, aunque usted distribuya todos sus bienes a los pobres y entregue su cuerpo para ser quemado como martirio de dignidad por la conciencia y por la libertad.
¿Usted entiende o es muy difícil?
¿Qué tal si paramos de jugar de saber la voluntad de Dios? ¿Vamos?
Basta; ¿no es de un adulto?
En Él, que es la voluntad de Dios para el hombre
www.caiofabio.com.net

Nenhum comentário:

Postar um comentário