segunda-feira, 12 de setembro de 2011

LA DESGRACIA DE LA TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD


Me gustaría  saber su opinión ¿por qué casi todo “creyente de la prosperidad”, de varias vertientes evangélicas, siempre tienen discursos megalómanos, de conquistar, de ser, de poder-tener? ¿Por qué ellos solo hablan de eso?
¿Por que  casi no veo en esos creyentes la disposición de servir, y no de ser servido por un dios esclavo, y de dar, no de recibir?
Y eso sin hablar del resto del cristianismo como religión de control y manipulación, que quieren-porque-quieren imponer el reino de Dios en la tierra como que si eso fuese una cosa literal...
¿Cuándo ellos van a tener consciencia de que el Reino no viene con visible apariencia, porque está en cada uno de nosotros, conforme vamos creciendo en el conocimiento del Evangelio y de la Gracia de nuestro Señor Jesucristo?
Esa cosa de querer imponer ese reinado literal en la tierra, a través de guerras, de manipulación, por medio de hombres que solo tienen en mente el PODER-TENER, ¿no huele a Anticristo?
¿El cristianismo está tornándose megalo-maníaco nuevamente, mi querido pastor?
Será que yo estoy teniendo un surto psicótico a esta hora de la madrugada?
André Pompeu.
Itajubá - MG

Respuesta:
Mi estimado amigo en el Señor: Gracia e Paz!
¿Cómo es posible creer que el significado de la vida es hecho de bienes y posesiones; de poderes y cargos importantes; de superioridad sobre los demás por  ser “hijo del Rey”; creer que Dios responde al dinero mucho mas de que a una oración quebrantada; y entender prosperidad como algo a ser medido por conquistas materiales — y en el colocar el corazón en poder-tener y en “ser-alguien” porque se tienen poderes o posesiones?
Simplemente es imposible confesar tales cosas y pensar que el resultado y el significado pueden ser diferentes. Sí, porque cada uno queda del tamaño de su ídolo-teológico; y también cada uno se torna la imagen de su propia confesión con la boca.
Esos señores de la prosperidad son hijos de la avaricia, que es idolatría; puesto que solo se ocupan de las cosas de esta vida. Pablo diría que el “Dios de ellos es su propio vientre”.
La desgracia llamada de Teología de la Prosperidad es una de las cosas más demoníacas que ya le acontecieron a la “iglesia”; y una de las principales responsables por coger lo que restó de la IGLESIA, saqueándola de sus últimas purezas, y, así, tornándola “iglesia”.(con minúscula lo que no es iglesia)
 Miren, la tal “Prosperidad Idólatra y Materialista”, además de ser total perversión del mensaje y sentido del Evangelio Eterno, también es asi, entre otros factores, en razón del complejo de inferioridad de la “iglesia”; y también en razón de que la mayoría de los proponentes de tal “teología”, casi siempre, son personas de origen simple, y que vivieron en la pobreza, o que no tuvieron mucha instrucción, o que vieron en la “iglesia” el mejor negocio de sus vidas.
AL FINAL, ¿QUÉ NEGOCIO ES MÁS LUCRATIVO EN LA TIERRA DEL QUE LA RELIGIÓN?
Vean: la religión no da nada para nadie y recibe de todos; no vende nada material, pero recoge dinero como quien vendió diamantes invisibles; no invierte en producción, pero gana mucho como industria de promesas de milagros; no tienen que manufacturar nada, pues apenas tiene que manipular todo; no tienen que convencer a nadie de nada, puesto que, por la pobreza, por el miedo, y por la infelicidad de la existencia, tales individuos, los “fieles”, ya compraron el “paquete” como quien compra el poder de un “seguro (de la brujería)”, etc...
Esto porque la visión de Dios anunciada en esos grupos es la de un “Dios” perverso, codicioso, ganancioso, inescrupuloso, loco por plata y oro, y que no aguantan recibir unos sencillos sin dar una demonstración pagana de poder (cosa de pequeñas y mediocres divinidades).
DE ESE MODO, MI HERMANO, AUNQUE CONOCIENDO MILLARES QUE CONOCEN A DIOS AUN MISMO EN LA “IGLESIA”, LA MAYORÍA, ENTRETANTO, APENAS SABE DE DIOS POR LA BOCA DOCTRINARIA DE TERCEROS, LO QUE LOS DEJA A LA MERCED DE LAS INTENCIONES DE TODOS LOS INESCRUPULOSOS. En cuanto los “evangélicos” no pararen de oír solamente los “pastores”, y pasaren a leer de hecho la Biblia que apenas cargan como amuleto divino debajo del brazo, el paganismo reinará en la “iglesia”.
EL PUEBLO PERECE SIEMPRE POR FALTA DE CONOCIMIENTO DE DIOS Y DE LA PALABRA!
Esa tal “teología” es el contenido espiritual de un dios pagano. Si, un dios que responde a la mecánica ritual de las campañas de prosperidad, y que se deja mandar por las ordenes y caprichos de los pastores; y que, más Allá de eso, hace acepción de personas, pues, apenas es bueno para los que dan dinero a “el”; y también solo es bueno para aquellos que no faltan a los encuentros con “Él” en los horarios predefinidos por “sus” dueños en la tierra: los sacerdotes de la religión. En nuestro caso, hablo de los “sacerdotes” de la religión evangélica, que fue la más afectada por esa filosofía de los gurús indianos  en la América en la década de 60 y 70.
Sí, porque la “Teología de la Prosperidad” apareció en el jale (viajar sin pagar) del “dios rico” de los gurús de California; y su contenido es idéntico al “de ellos”; o sea: la divinidad tiene sus “gurús”, los cuales,  siendo “servidos por el pueblo”, acarrean para los “siervos” las bendiciones que apenas son liberadas si ellos, los gurús, fueren servidos abundantemente y en primer lugar.
Como si no bastase, esa tal “teología” también es hecha del mismo material del contenido de las principales corrientes de la mecánica de la neurolingüística de la Nueva Era.
De ese modo, Dios mutó a dios; y de Creador pasó a Creado; y de Proveedor pasó a ser camarero o mesero del Creyente; y del Señor pasó a ser Siervo de las ordenes y caprichos de los pastores que “lo” controlan, y de los creyentes que con “Él” hacen sus trueques o cambalaches.
De hecho estamos hablando de una “cosa” que sería más bien llamada de Evangecumba (evangelio + macumba). Así es, la “teología de la prosperidad” no pasa de paganismo hecho de los miembros elementos mántricos (mantras) y de las mismas repeticiones paganas las cuales Jesus denunció.
¿Usted pregunta si esto es anticristo? ¡Claro que lo es! Por cosas menos escandalosas Pablo dijo que los judaizantes de sus días (los cuales eran teológicamente “puros” en comparación con los proponentes de la “prosperidad”) —, eran “ENEMIGOS DE LA CRUZ DE CRISTO”.
Ponga mucha atención:
Yo no tengo la menor duda que todo esto que le acontece a la “iglesia” hoy es cosa del diablo, y creo que el “espíritu” que actúa en tales lugares no es el Espírito de Dios, sino el espíritu del mundo que yace bajo el maligno.
Miren, esta no es una opinión mía, pues quien quiera que sea honesto y que conoce la Palabra habrá de saber que todo lo que dije anteriormente es verdad conforme Jesus y el Evangelio Eterno e Inmutable.
De ese modo, no tengo ningún temor cuanto a decir que entre muchos que son sinceros, aunque engañados por la total ignorancia espiritual en la cual viven, hay también una legión de mal-intencionados, los cuales, en su mayoría, no son los creyentes, que apenas oyen lo que es dicho, y sí los pastores que se hicieron mediadores entre los pobres creyentes y “Dios”.
Miren, para mí, tal realidad equivale a ver “el abominable de la desolación sentado en el lugar santo”, y dando órdenes en nombre de Dios, como que si fuesen ellos mismo Dios.
El “Cristianismo” , como en abundancia aquí he escrito, es más una Religión Pagana. En su medio, desde el inicio — mejor dicho: desde Constantino, que es su creador —, lo que prevaleció fue la magia, la brujería que buscaba brujas para matar con mórbido deseo, y toda tipo de tentativas de control del nombre de Dios a fin de manipular al pueblo o negociar con los príncipes y con las potestades políticas.
Veo todas esas maneras perversas de relación con “Dios”; y también veo como siendo cosa que equivale a la brujería de los “Enoquianos”, por ejemplo, que es una secta que cree que por medio de palabras mágicas de órdenes, se puede poner a los ángeles a servicio del hombre cuando a este bien le parezca, estando los ángeles sujetos a los hombres y a sus caprichos.
Solamente quien no conoce a Jesus y su Palabra puede pensar que mis palabras son ácidas. Pues quien de hecho conoce la Palabra, sabe que no digo aquí nada que Pablo, Pedro y Judas no hayan dicho en sus cartas y epístolas. Y además: solamente quien no conoce el espíritu del Evangelio y su contenido es que puede entregarse a la locura, al disparate, al surto de la “teología da prosperidad” creyendo que se trata de algo genuino o de Dios.
EL “DIOS” ENSEÑADO POR LA “TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD” ES LA CARA DEL DIABLO!
Así, mi hermano, no pierda mas su tiempo con esos tipos y ni con tale locuras, pues, de cierto, el fin de ellos, no será bueno; especialmente el fin de aquellos muchos que se sirven de tales prácticas apenas para engañar al pueblo, conforme un vídeo nuevo del señor Edir Macedo, y que circula por la net, en el cual, sin pudor, enseña  a sus “pastores”, explícitamente, acerca de como deben proceder para arrancar dinero del pueblo, especialmente de los pobres. Mire, lo ridículo y maldad propuestos son explicitas, y aun  se hace afirmar a partir de la siguiente convicción: “En medio de aquel pueblo, va ver gente que no le guste... ¿y eso que importa? Tienen que dar. y siempre hay gente para dar...”
Dios es Vivo! Y todos ellos, luego, luego, estarán delante del Eterno; y entonces verán su grave error Reciba mi cariño! esté firme en el Evangelio de la Gracia!
En Cristo, en Quien la prosperidad es riqueza de buenas obras y amor, y no dinero y poder humanos,
Caio Fabio

MIDAS: EL TEÓLOGO DE LA PROSPERIDAD…


El Rey mítico Midas amaba el oro...; y deseaba que todo lo que él tocase se transformase en oro...; y, así, pidió a los dioses que lo atendiesen... y le fue concedido!... Entonces, distraído por pensar que el poder apenas se aplicaría a los objetos y a las cosas... — besó a su hija y ésta se transformó en oro...
Después de la desesperación fue a intentar comer y beber, pero la comida se convirtió en oro y el vino también...
De ese modo Midas aprendió que la vida no es hecha de oro, y también que aquello a que damos más valor natural en la existencia..., nada tiene que ver con el oro.
Midas amaba el oro, y quería que todo lo que él tocase se convirtiese en oro...
Y usted?
¿Cuál es su sueño mágico?
Cuando el sueño de ambición encuentra el poder del milagro o de lo sobrenatural, entonces, nascen los “Midas” existenciales...
La tal Teología de la Prosperidad no es nada más que el deseo de Midas hecho "piedad" y "confesión de fe positiva"; como que si hubiese "fe negativa" en el Evangelio...
Así, todos los que de ella [de la Teología de Midas] se sirven o por ella vivan, así es, todos, sin excepción, se harán gente que experimentará la maldición de Midas: conseguirán..., pero perderán sus almas...
Cuando el corazón del hombre es de “Midas”, todo lo que él ama se tornará objético (objeto sin vida) y se volverá apenas cubierto de oro, pero sin vida por dentro...
¿Usted quiere la bendición de Midas?...  
Así es, pues Midas debería ser el Muso (entidad divina que inspira) de la Teología de la Prosperidad!...
Bien, queriendo o no que sea..., sin embargo, todo aquel que ama al dinero ya se trasformó en hijo de la maldición de Midas; y si por acaso todo lo que él toque no se transforme en estiércol, ciertamente se convertirá en oro, pero le costará la vida.
Con referencia a eso Pablo dice: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, TENIENDO SUSTENTO Y ABRIGO, ESTEMOS CONTENTOS CON ESTO.  Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 1 Tm 6(6-11)
A los ricos de este siglo MANDA que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. 1Tm 6(17-19)
ESTA ES LA PALABRA DE DIOS A TODOS LOS QUE POR LA TENTACIÓN DE LA PROSPERIDAD [AUNQUE  SE LLAME DE TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD] SERÁN UNGIDOS CON LA DESGRACIA DE MIDAS!
A QUIEN AMA EL DINERO SE LE DICE:... Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. A LOS QUE YA TIENE MÁS DE LO QUE ES NORMAL PARA LA VIDA [.(lo normal es: Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.] se les dice: A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. 1Tm 6(17-19)
Así, si usted no tiene, no busque “tener” como forma de afirmarse en la vida. Y si usted tiene, entonces, crea: la única manera de  mantener su corazón apartado del señorío del dinero o del poder con el cual él nos esclaviza, es según la senda del Administrador Infiel [Lucas 16], el cual hizo del dinero de origen inicua lo mejor que pudo.
Mejor dicho: lo que salva alguien del hechizo de Midas y del Dinero o del amor a él... — es justamente usarlo contra la noción avara de “economía como seguridad para el futuro”.
Por esto Pablo dice [y una vez más repito]: Manda que no sean orgullosos; que no CONFÍEN  en el dinero; que se hagan ricos de buenas obras, que repartan de buena fe, y sean comunicables; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir’, para que puedan alcanzar la vida eterna.
Esta es la Palabra; y ella es digna de toda aceptación!
Caio Fabio