terça-feira, 26 de abril de 2011

HERMENEUTICA: ¿qué le hace falta a Jesús?


Pablo nos dice que la letra mata (aunque sea la letra de las Escrituras…) que el ejercicio que intenta ver magia de revelación en la exegesis, es tontería (prueba de ello es el modo como él “usa” las escrituras del Antiguo Testamento); que cualquier interpretación que no sea vía Encarnación, mejor dicho: centrada exclusivamente en Jesús – es un engaño religioso que presume leer todo lo que fue dicho como “interpretación correcta”…
Como pocos (…) Pablo entendió que el Evangelio era Jesús y que Jesús era el Evangelio; y que todo lo demás que fue y ha sido escrito como “Escritura”, ahora, después de Jesús, después de la Encarnación, después del Emanuel(Dios con nosotros) –habría que ser sometido al espíritu (con minúscula como tendencia o disposición) de Jesús, al espíritu del Evangelio ; pues en la Antigua Alianza se podría invocar a Dios para que enviase fuego del cielo para consumir a los adversarios, solo que ahora, en Jesús, la misma idea de “poder espiritual”, fue completamente abolida, reprendida y abominada por Él, que delante de tal propuesta de piedad perversa hecha por Juan, solo respondió con la siguiente afirmación: “ ¡Vosotros no sabéis de qué espíritu sois!”
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”- decía Pablo aunque al decir así, no transfiriese a  las Escrituras nada mas allá del  poder de testificar de Jesús, en lo que (…) y si (…) ella diese testimonio de Jesús; puesto que para los apóstoles ( y Juan declara eso) “el testimonio de Jesús era el espíritu de toda la profecía”; mejor dicho : la finalidad de toda la Palabra escrita (…) era ser apenas,  testimonio de la verdad de los hechos del encuentro entre la humanidad y Dios, y después , entre los hebreos y Dios, y aunque después, a cerca de Israel como nación y Dios como Señor de las naciones; y, ahora, en Jesús, era el testimonio que no se podría entender antes de haber Encarnación; por esta razón, para Pablo, Jesús era la Clave Hermenéutica para la comprensión de las escrituras….
Siendo así, en Jesús, se tiene de un lado la separación en las Escrituras de todo cuanto fuese circunstancial, pasajero, cultural, histórico, necesario al tiempo, y, de otro lado, se tiene lo que es permanente, lo que es definitivo, lo que es eterno, lo que es Evangelio antes de la manifestación histórica del Evangelio
Después de Jesús la Biblia es la colección de libros en los cuales se puede encontrar el testimonio histórico/profético acerca de Jesús, no hay en ella nada más que eso…
Por ejemplo, después de Jesús la lectura se invirtió…Ya no se lee las Escrituras en busca del Mesías, sino a partir del Mesías se lee el todo de las Escrituras; puesto que, después de Jesús, todo cuanto no sea Evangelio según el espíritu de Jesús, aunque este escrito en la Biblia, según Pablo y el escritor de Hebreos (…), paso al  estado de obsoleta y de caducidad…
Si, Jesús es todo; y quien no considere a Jesús así (…), aun no entró en el reino del entendimiento según Dios.
 Este es un hecho ante lo cual no hay trapacerías a proponer…
O es así…, o, entonces, se tendrá todo con la etiqueta de Jesús, solo que de Jesús no tendrá nada…
Hay, todavía, aquellos que se escandalizan cuando digo que Jesús es el Único Verbo, la Única Palabra Eterna; y que lo demás… (La Biblia toda), es testimonio humano, inspirado; si, testimonio de esa esperanza o de esa fe, mas no es nada…, más allá de eso…; puesto que en Jesús, y no en la Biblia, es que están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento…
Sin tal visión todo es idolatría…
Así es, la Biblia se transforma en un ídolo, las Escrituras quedan mayores que Jesús, y las doctrinas de la “iglesia”  se tornan la “etiqueta de conducta o comportamiento de Dios” conforme es definida por los hombres…
Mejor dicho: porque dejó de ser así es que heredamos la desgracia del “Cristianismo de Constantino”, que es lo que existe hasta hoy como “iglesia” y “creencia” en Jesús, pero que nada tiene que ver con el Evangelio; puesto que todo ha sido construido a partir de la Biblia como libro de los “maestros” como decodificadores de la revelación; y, en tal caso, es Jesús el que tenía que armonizar con las Escrituras,  y no la Escritura armonizarse a Jesús (…)
Para los apóstoles, sin embargo, se requería el coraje de dejar de lado todo cuanto no cupiese  más (…) ante el avance revelado de la voluntad de Dios encarnada en Jesús.
Este es el coraje de ruptura que también se demanda de quien quiera hacerse discípulo de Jesús, y de Jesús solamente…
¿Usted tiene otra aspiración? …
Vean, nuestra única aspiración debería ser apenas el tornarnos cartas vivas […], evangelios de carne y sangre […], epístolas de reconciliación […] escrituras hechas de inscripción en el corazón…
Así es, pues en Jesús, tanto como promesa hecha por los Profetas, como también mediante su propio Prometer a sus [todos] discípulos – está dicho que todos los que en El creyesen serian evangelios andantes […]cartas hebreas en su movilidad en el camino […] al punto de que Pablo declara que nuestros llamado es para ser cartas vivas, escritas por el espíritu de Dios viviente; cartas vistas y leídas por todos los hombres, mediante nuestros actos de amor, y nuestra visión tomada por la mente de Cristo, que es el Evangelio.
Doctrina correcta según Jesús es vida vivida en amor…
¡Todo lo que no está de acuerdo con esto es solo cristianismo, pero no es Evangelio!
¡Piense en eso!
 Caio Fabio