ESTOY ATRAPADO EN EL VICIO DE LA PORNOGRAFÍA VIRTUAL.

Hola Pastor, ¿como esta? alabo a Dios por poder escribirle por la  Internet. Jamás tendría coraje de contar lo que voy a contar a ninguno de mis pastores. No entenderían. Todo comenzó cuando  tenía 17 años, trabajaba en una oficina, y como cualquier adolescente nascido en la iglesia, tenía mucha curiosidad en saber sobre sexo y etc.… colocaron internet en el computador que usábamos… Un día, aprovechando la dirección que estaba en el buscador solo después descubrí que para estar allí alguien también había entrado y yo entre   en esa página pornográfica. A partir de allí eso se hizo una rutina para mí. Nunca tuve computador en la casa, siempre lo hice en el trabajo, poniendo en riesgo mi empleo y mi testimonio de cristiano. Ahora se me ha hecho un vicio como si fuera un alcohólico o drogado. Eso me entristece y  me avergüenza, pues de hecho yo ya no me puedo controlar. Siempre voy al baño de la empresa a  masturbarme después de ver lo que veo. ¿Y si me descubren?  ¡Solo que eso no es lo peor! Lo peor es lo que yo siento por dentro: mi  alma se muere cada vez que lo hago. Siempre pido perdón a Dios y pienso que nunca más lo hare de nuevo; y después de algún tiempo de nuevo estoy frente de la computadora. Ya vi de todo, todo y todos los tipos y estilos que existen de pornografía en la internet. No quiero más vivir así, siendo creyente, y aun esclavo del pecado… necesito de ayuda Pastor.  ¿Qué hago? Por amor a  Dios no deje de responderme. Usted es la única persona quien sabe este problema.

 Mi querido hermano: ¡Libertad y liberación! Leí su Carta con todo cariño. Imagino la agonía por la cual su alma está pasando. Si todo comenzó a los 17 años, imagino que usted aun es joven, con 20 años máximo. ¿Cuál es el significado de todo esto? Bueno, aquello que en el pasado se manifestaba como deseo sexual en la pre-adolescencia y  que era “apaciguada” por la “eyaculación involuntaria nocturna” o por la vía de la “masturbación imaginativa” o simplemente por la “mecánica masturbadora” (la mera fricción), en esta generación internetiana obtuvo contornos psicológicamente más profundos. En la net hay de todo y las ofertas pueden ser terriblemente enfermizas. Y como usted es cristiano la dolencia es aun mucho mayor. Relea  su carta. Vea algunas cosas que escribió.  Por ejemplo:

1. Como cualquier adolescente nascido en la iglesia, tenía mucha curiosidad en saber sobre sexo y etc…
Respuesta: allí está parte del problema. Sexo y sexualidad son tratados como tabú en la “iglesia”, y el resultado es que se acaban criando jovencitos que sienten la pulsión (o estímulo)  sexual como culpa, y corren el riesgo de quedar o asexuados o tarados (sexualmente degenerados).

2. Poniendo en riesgo mi empleo y mi testimonio cristiano.

Respuesta: Vea como las “exterioridades” son importantes para usted. Cosa de “creyente“. El “empleo”-una victoria del testimonio protestante-y el “testimonio cristiano”-una afirmación de supremacía comporta-mental sobre los “perdidos”.

3. Soy un vicioso, como un alcohólico, o drogadicto. Eso me castiga, me entristece y me avergüenza…
Respuesta: Usted está comiendo el veneno del estereotipo (o reproducción)  que la propia “iglesia” estableció como juzgamiento para esos pobres infelices que sufren de esos otros tipos de “dependencia”. Por tanto, cuanto más usted  juzga para afuera (para el exterior), más potente será el veneno contra usted mismo.

4. Siempre pido perdón a Dios y creo que nunca más lo haré de nuevo.

Respuesta: usted  intenta vencer eso teniendo como base la “promesa”, o el “voto”, o del “esta vez es para siempre”. Hasta  los Narcóticos Anónimos ya aprendieron que el “para siempre” solo hace debilitar la voluntad. Allí (en los NA) es  “solo por hoy”. No es en vano  que en la Palabra, el Día de Salvación no es el Para Siempre, sino el Día llamado Hoy.

5. No quiero más vivir así, siendo creyente, y aun esclavo del pecado…
Respuesta: Su neurosis de “creyente”-con todas las implicaciones que de ella brotan- alimentan aun  más  su responsabilidad de auto-cura y lo hunde a usted aun más en la práctica de aquello que usted aborrece de un lado, y codicia de otro. ******************************

Si usted fuese un joven no Cristiano  ya se habría “cansado” de la virtualidad y hubiese alzado vuelo para la realidad, y, sin sentimiento de culpa. Al contrario, con aquel sentimiento de alguien que soñó, busco, cogió y se satisfizo. Pero como se trata de un cristiano, todo queda más pesado, y, paradoxalmente, mas enfermo. ¿Qué es lo que estoy queriendo decirle? ¿Que debes  partir para la “búsqueda de la práctica” y parar de ver en la internet y correr al baño para derramar  su angustia como semen? Sinceramente yo doy esos concejos! Pero tengo la posibilidad de ayudarte a entender el  “fenómeno” psicológico y sugerirte algunas salidas. Pablo dice que la Ley hace exacerbar (aumentar)  el pecado latente, tornándolo realmente in-combatible. En ese caso, algunas reacciones pueden surgir:

1. El individuo queda tan atormentado por el “deseo”, que pasa a odiar-sentir lo que siente, caminando así para uno de los posibles polos de la dolencia: la combatividad exterior, tornándose un moralista, acusativo, santo- pervertido y consagrado a “Dios”.

2. Esto es así, sin saber que el individuo, de hecho está apenas practicando su pulsación sexual como pseudo(falsa) -santidad. Y el fin de eso es el desarrollo de dolencias psicológicas relacionadas a la “interpretación negativa del prójimo” y, con seguridad, disturbios de naturaleza sexual.

3. Generalmente esas personas se tornan muy infelices sexualmente en el matrimonio, puesto que el sexo para ellos está asociado a algo demoníaco y maligno, siempre. Entonces, aunque reciban el “permiso” religioso y civil para practicarlo, aun así lo harán como culpa.

4. La otra variable de esa dolencia es la remitencia (ida) del individuo para el polo opuesto: El individuo, a fin de no sentirse culpado por hacer lo que hace- cree que si permanece “luchando” todo el tiempo,  está “demostrando” a Dios que no es cínico. Exactamente así como usted está ahora-que no para de pensar en el problema un único minuto.

5. Y como usted también relaciona eso a una culpa horrible a los ojos de Dios, siéntese como una encarnación maligna de todo cuanto sea diabólico a los ojos de Dios. De ese modo, cuando más usted ora y se “consagra”, más fantasmas le aparecen. ¿Pero, qué debo hacer entonces? Bueno, yo nunca vi ninguna solución “mágica” ser saludable en esa área. Creo que es más fácil orar y ver un cáncer ser curado inmediatamente  que ver un proceso psico-espiritual ser permanentemente resuelto con una única oración -o, como en algunos lugares: con una sesión de “descarga espiritual”. Hay, sin duda, una descarga a ser hecha. Pero no es con pastores, planta de ruda, sal gruesa o exorcismos.

Veamos en qué consiste:

1. Usted necesita  entender que usted es un ser normal, viviendo una culpa anormal, por el motivo de haber dado rienda suelta a su impulso sexual de un modo errado, y con un entendimiento mas errado aun. Entender eso es fundamental, de lo contrario, puedes botar por la ventana la bañera, el agua, el bebe y todo lo demás, tan solo porque no tuviste la calma para sacar y botar la “cucaracha” que había caído allí. Lo demás es bueno. La cucaracha es lo que se necesita ser “aislada” y debidamente retirada.

2. Radicalizar el “tratamiento” puede ser traducido en la terrible formula: “Nada con que un sucidio no resuelva”. Claro. Si usted se da  un tiro en la cabeza nunca más tendrá problemas con pornografía en la Internet. Y también nunca más tendrá ninguno de los problemas de la tierra de los vivientes. Y no los tendrá porque no hará más parte del presente orden de cosas: fue…murió…acabó.

3. Intrigantemente esa segunda solución, no siendo entendida literalmente, es  justamente la propuesta bíblica de cura. Pablo dijo que nosotros morimos con Cristo, resucitamos con Él, y ya estamos sentados en las regiones celestiales en Cristo. Mejor dicho: nuestros problemas están “solucionados” delante de Dios porque a los ojos de Dios nosotros morimos con y en Cristo.

4. La Ley, que es la  enfurece-dora de todas nuestras neurosis, paranoias y dolencias del alma, perdió su valor legal en la Cruz de Cristo. De esta forma, quien solamente cree en esto puede descansar.

5. Extrañamente es justamente de ese descanso y de esa falta de necesidad de “luchar” contra ese monstruo, que nasce el poder pare vencerlo. O sea: si usted supiera y creyera que su problema no es ninguna sorpresa para Dios y que Dios no lo va a mandar al infirno por causa del problema, extrañamente, se desactivará el mecanismos que hoy, por la vía de la auto-justificación, es lo que de hecho lo precipita a usted en el abismo de la culpa; la cual lo proyecta  para algo aun peor: el desespero del depravado, que es la energía pulsante de tener que hacer aquello antes que aquello lo consuma a usted. En otras palabras, el depravado practica  su vicio solamente para quedar “libre de ella”, y toda vez que lo hace, la energía interior crece de modo acumulativo, y provocará la próxima vez una erupción mucho mayor. De ese modo, el proceso solo empeora y nunca acaba.

Recibo cartas aquí que comparados con tu problema, lo tuyo es apenas un juego de niños. Esta semana, por ejemplo, atendí una muchacha de más o menos de 25 anos que tiene un deseo depravado por tener relaciones con animales.  Y es miembro de iglesia. Y lo peor: Cuanto más de la “iglesia” ella es, más depravada ella queda. Le sugerí que descanse en la Cruz y en lo que Jesus hizo por ella. Sé que en uno o dos meses ella va estar mucho mejor. Hasta que todo vaya perdiendo  fuerza y acabará por morir.

¿Y  por qué estoy tan seguro?

1. Primero porque creo en la Palabra. Y sé que es esto que, por ejemplo, Pablo enseña como teología aplicable al nivel psicológico.

2. Porque veo ese principio funcionar a toda hora. Quien lee este site no tiene la menor idea de los “problemas graves” que aquí no publico. Si lo que publico ya ofende a las consciencias pastorales, ¿imagine si yo publicase lo que es pesado?

3. En estos siete meses de existencia del site yo podría pedirle a varias personas que me escribieron contando cosas “no-contables”, y que fueron creciendo en la liberación de aquellos males-algunas ya están completamente tranquilas y sanadas-, que testificasen. Infelizmente esto no es posible, pues, jamás revelaría sus nombres. Todavía, si usted pudiese creer que no estoy inventando ninguna historieta, y creer; usted mismo comenzará a descansar, y luego estará libre. Usted no me dijo nada de alguna enamorada! Lo que un joven como usted necesita es tener una enamorada! Los peores problemas reales de cualquier enamoro aun son infinitamente menores y menos enfermizos  que los problemas virtuales de un muchacho que está viviendo las angustias que usted está viviendo. La “virtualidad enfermiza” solo es curada por una buena dosis de la “realidad”, sea ella de cualquier tipo. Espero que usted me haya entendido. La Verdad Liberta, y la consciencia de ella, sea en cualquier nivel, enciende las luces del alma, y nos ayuda caminar sin miedo. Todo lo que usted no necesita ahora es de miedo. El miedo del juicio de Dios es el mayor fomentador de deseos depravados. Crea que ya está Pagado por Jesus, y, extrañamente, no sobrará ninguna cuenta  para que usted la intente pagar; y esa liberación libertará a usted.

Con amor, Caio Fabio

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